domingo, 13 de enero de 2019

Satisfacción en la tranquilidad

Nunca entenderé cómo lo conseguimos, cómo pasamos de tener esa complicidad a ser desconocidos. Cómo es de duro que tu rutina favorita, tu día a día, pase a ser lo más desconocido y lejano en cuestión de días, horas, segundos... Y seguir sin entender cómo el tiempo y la distancia hacen que ni siquiera te reconozcas en tus recuerdos, que te sientas extraño en tu propia piel.
Porque siempre me quedaré en esa sonrisa y esa mirada que me arropaba tras los besos, con esos abrazos que borraban lágrimas, con esas despedidas tan amargas y tan frías que tanto dolían, pero sobre todo con la tranquilidad de quien da todo lo que tiene sin esperar nada a cambio.
Con la satisfacción de que cuando pierdes a alguien, te encuentras a ti mismo.

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