lunes, 23 de septiembre de 2019

Y qué curioso que aun hoy sigáis siendo un pensamiento recurrente,
¿por qué las dos personas que más daño me habéis hecho?
¿Por qué después de todo?

Los dos con vuestra indescriptible manera de ser,
dejando que os quisiera y que os demostrara lo que no le he demostrado a nadie,
ambos tan lejanos en el tiempo y el espacio.

Vosotros, con esa rápida conexión inicial.
Vosotros, con esa extraña confianza.
Vosotros, con esa forma tan vuestra de hacer daño.
Vosotros, con esa indiferencia que nunca entendí.
Vosotros, con esa reiteración al olvidó que siempre envidiaré.

Tú, con esas sonrisas que me dedicabas.
Tú, con tus maneras de ponerme de los nervios.
Tú, siendo hermético.
Tú y tus celos sin fundamento.
Tú y lo que no fuimos,
         por tu miedo estúpido.
Tú y yo y nuestra tonta manía de no ceder.


Tú, con tu capacidad de tocar tierra.
Tú, con la facilidad de restar importancia.
Tú, con la necesidad de hacer feliz a tu entorno.
Tú y la extraña forma en la que te ponía de los nervios.
Tú y lo que dejamos de ser,
         por las habladurías estúpidas.
Tú y yo y nuestra tonta manía de no ceder.



Vosotros, de los que tan pronto me despedí.

él y sus besos
ella y sus abrazos
yo y mis lágrimas