martes, 30 de marzo de 2021

 la tarde de hoy me ha hecho revivir sentimientos de aquellas tardes de hace ya casi seis años en las que lo que había al otro lado de la ventana hacía que mi corazón se acelerara y mi sonrisa se iluminara

hoy es todo muy distinto, el sol me ha hecho sonreír y me ha dejado disfrutar de un día que parecía muy negro y nada rosa

la música, el sol, el atardecer y yo

mi plan ideal de primer día de cuarentena

cuánto he aprendido y cuánto me queda por aprender

pero qué bien me ha hecho aprehenderme

domingo, 7 de febrero de 2021

volver después de aquello siempre ha sido difícil, ayer todavía más

tú, abuela, ya no estás y parece que sin ti la ciudad está más vacía

cada cosa que veo me recuerda a ti y sigo sin creerme que no te vaya a poder volver a ver


por otro lado, Tú, no sé ni qué decirte

sigo sin entenderte años después aunque ya ni lo intente

cada vez que vuelvo me invaden los recuerdos,

mi corazón se empeña en pensar que estaría bien saber de ti

mi cabeza sabe que no merece la pena

pero como siempre me ha pasado contigo, mi corazón suele ganar


me encantaría saber que nos podemos sentar en una terraza a hablar como dos adultos

pero entonces recuerdo tus últimas llamadas, en oculto y sin sentido, y me doy cuenta de que el resentimiento y el daño que nos hicimos siempre nos ganarán

y es que no entiendo cómo sin saberlo y sin quererlo nos destrozamos


cada vez que vuelvo me encuentro a tu familia y me pregunto por qué nunca nos encontramos tú y yo, hoy he encontrado la respuesta: porque no debemos hacerlo


aún hoy pienso que ojalá hubiéramos sabido hacer las cosas bien, porque aunque nos hubiéramos dejado ir, hoy las cosas serían distintas


a pesar de todo, siempre te estaré agradecida

lunes, 30 de noviembre de 2020

 Abuela, llevo pensando en ti más que de costumbre estos últimos días. Se acercan las Navidades y en el fondo sigo pensando que voy a llegar a España y que vas a estar ahí, como siempre, que te podré dar ese abrazo y ese beso que tanto nos gustaban a las dos y que me dirás que me quieres mucho y que soy tu nieta favorita. Las lágrimas no dejan de caerme cuando pienso que no será así y me viene la imagen de la última vez que te vi. Ay, abuela, quién me lo iba a decir. ¿Por qué me empeñé en creer que llegarías a vivir cien años?

Abuela, bien sabes que tú y yo tuvimos la suerte de vivir juntas y de poder disfrutar la una de la otra. Siempre tuvimos una conexión especial, que no creo que pueda olvidar nunca.

No sé si algún día tendré hijos, sabes que me encantaría, pero ten por seguro que si los tengo les hablaré de ti.

Las dos sabemos que lo que hiciste por mí cuando viví contigo no lo has hecho por nadie. Nunca podré agradecerte la capacidad de adaptación y la paciencia que tuviste conmigo, aquellos detalles que tenías conmigo y nuestras charlas.

Me gustaría llegar a tu casa por Navidad, poner el árbol contigo y contarte qué tal me va aquí. Me encantaría poder decirte que he recuperado la fe en la educación, aquí es distinta a España, seguro que te gustaría saber cómo es aquí y lo que estoy aprendiendo.

Tengo tantas cosas que decirte que no sé ni cómo escribirlas.

Escribirlas es como si te las dijera a ti, pero sé que eso no va a volver a pasar.

Siempre que intento colocar tu foto bien se cae, quiero creer que es una señal para decirme que estás conmigo. Te necesito aquí cerca, abuela, porque nunca pensé que te fueras a ir tan pronto. Porque sí, para mí ha sido pronto, no estaba preparada y te voy a echar de menos toda la vida.

Te quiero, abuela.

jueves, 12 de noviembre de 2020

Me resisto a pensar que cuando vuelva a España por navidad no estarás, que este año viviremos lo que siempre he tenido miedo de que llegara: tener una silla vacía en la mesa.

Y es que, abuela, por mucho que sepa que ya no estás con nosotros todavía no me hago a la idea.

Pienso en ti todos los días, no puedo no hacerlo.

Escribir estas letras me ayuda, pero nunca tanto como poder darte otro abrazo.

Y es que, abuela, no sé dónde estás. No sé si podré volver a encontrarme contigo alguna vez.

Me gustaría poder coger el teléfono cada vez que me acuerdo de ti y contarte cómo estoy y lo que hago.

Me gustaría que sepas que cada vez que veo el cielo bonito me acuerdo de ti, que los aviones siguen pasando, pero que tú ya no estás para contarlos.

Me gustaría no quedarme con las ganas de preguntarle a papá cada vez que hablo con él que qué tal estás. Tengo que admitir que siempre lo voy a preguntar pero luego me doy cuenta de que no tendrá respuesta porque él tampoco puede hablar contigo.

Desde que murió Chón cada vez que veo un gato me acuerdo de ella y creo que es una señal.

Pero desde que tú nos dejaste no veo señales, no sé si es porque no quiero verlas. He decidido que cada vez que vea un avión en el cielo me acordaré de ti, porque estuvieras donde estuvieras siempre los contabas.

Ay, abuela, no te haces a la idea de lo que me haces falta

miércoles, 4 de noviembre de 2020

 Estoy en clase y pienso en llamarte cuando termine porque tengo ganas de oírte, pero me doy cuenta de que ya no estás y casi se me caen las lágrimas en medio de clase.

A veces sigo pensando que sigues aquí y cuando me doy cuenta de que ya no, se me rompe el corazón.

Ay, abuela, no sabes cuánto te echo de menos.

No sé cuánto me va a costar interiorizar que no estás físicamente conmigo, pero que siempre vas a estar a mi lado.

No sé cómo pensé siempre que llegarías a ser centenaria y que me quedaba mucho tiempo para aprovechar a tu lado. Al menos doy gracias de haber podido comer contigo casi cada día este verano, de que no hayas sufrido y de haber podido 'despedirme' de ti.

No sé dónde estás, ni siquiera si realmente estás en algún sitio. Me parece más fácil pensar que no te has evaporado como si nada, sino que has ido a algún sitio en el que estás con el abuelo y en el que ya no hay dolor. Ahora el dolor nos lo hemos quedado nosotros mientras superamos tu pérdida, aunque no sé si lo llegaremos a hacer algún día.

Abuela, te quiero mucho, quiero que lo sepas.

No voy a decir te quería, porque yo te sigo queriendo tanto como cuando estabas aquí y lo seguiré haciendo.