martes, 1 de enero de 2019

2019

Porque siempre había creído que la suerte era cuestión de que te tocara o no, pero este último año he aprendido que es cuestión de actitud.
2018 ha sido mi año, no porque haya sido perfecto, ni bueno, pero porque ha sido mío. Me ha enseñado quién soy yo y con quién puedo contar, también con quien no. Ha sido un año duro, de cambios y aprendizaje.
A nivel académico/profesional he sabido reconducir mi camino hacia lo que realmente me llena y apasiona, ha sido una suerte. Estoy contenta y orgullosa de haber sabido conducir el tren hasta las vías actuales y, sobre todo, de haber tenido la posibilidad de hacerlo aunque el camino no haya sido ni fácil ni placentero. Son muchos sentimientos encontrados, entre lo que se deja atrás y lo que viene, lo que sientes que tienes que hacer y lo que sabes o debes que debes hacer. Puedo decir que lo he conseguido, aunque el verdadero reto en el que tengo que demostrarlo es enero.
Mi familia me ha demostrado que siempre está y que siempre busca lo mejor para mí, que no siempre me entienden aunque lo intenten y que los esfuerzos cuestan, pero merecen mucho la pena. He aprendido que con la familia a veces es mejor no compartir las cosas para no hacer daño.
Respecto a mis amistades este año he aprendido como nunca pensé que fuera a hacerlo, en este sentido es en el que más orgullosa me siento de mí misma porque he sabido parar los pies a quién lo merecía, poner los puntos sobre las íes y ser fiel a lo que siento y quiero. He dejado muchas falsas amistades por el camino, amistades que no entran en mi concepto de amistad, hay algunas que han dolido, pero otras tan apenas. He aprendido que nunca se acaba de conocer a alguien 100%. He aprendido que hay quien no está preparado para oír la verdad. He aprendido que hay quien prefiere escudarse y esconderse. He aprendido que hay quien no querrá ver nunca la realidad. He aprendido que a veces es mejor dejar marchar. Pero también he aprendido el verdadero sentido de la amistad, he sabido valorar a quién tengo a mi lado a pesar de todo y para todo. He aprendido a valorar los pequeños detalles. He aprendido que hay muchas más personas buenas que malas, pero que las malas hacen más ruido.
A nivel sentimental he sabido olvidar y perdonar. He aprendido que no hay nada más triste que no saber dibujar en el mapa a quien hubieras dibujado toda la vida junto a ti. He aprendido que los sentimientos son engañosos. He aprendido que no siempre tenemos una visión nítida de la realidad. He aprendido que siempre uno mismo va primero. He aprendido a dejar volar. He aprendido que lo mejor de perdonar te lo llevas tú, nadie más.

A nivel personal he aprendido que soy fuerte y que nunca más puedo perderme, aunque si eso pasa sé volver mejor que nunca.
He aprendido a entenderme y a comprenderme.
He aprendido que hay momentos que son para estar solo.
He aprendido que hay momentos en los que solo no se puede estar.
He aprendido a disfrutar cada segundo.
He aprendido mis fortalezas y mis debilidades.
He aprendido a tener las cosas más claras.
He aprendido a demostrar cómo de claras tengo las cosas.
He aprendido que no hay que tener miedo de perder si así eres fiel a ti mismo.
He aprendido que nunca nunca nunca te puedes olvidar de ti mismo.
He aprendido que en la vida no hay x oportunidades establecidas, que las oportunidades nos las imponemos nosotros.
He aprendido que no hay que demostrarle nada a nadie, que solo a nosotros nos debemos rendir cuentas.
Ha aprendido que hay personas que, no importa dónde, son hogar.
He aprendido tanto...

Para este nuevo año quiero aprender a aprovechar cada segundo al máximo, quiero aprender mucho más, quiero tener a mi lado personas que de verdad merezcan la pena, personas de las que aprender y con las que aprender; quiero valorar más cada detalle, quiero afrontar todo con actitud positiva, quiero no perderme. Quiero encontrar a alguien con quien compartir lo bueno y lo malo, alguien que tenga tan poco miedo de perder como yo, alguien que apunte alto, alguien que de verdad merezca la pena.
Porque si 2018 ha sido mi año, 2019 prepárate!

domingo, 30 de diciembre de 2018

J

Siempre te quise tener
Y pude augurar tu llegada
Calmar tu llanto
Ser tu consuelo

Prometo ser tu refugio
Tu confidente
Y tu indispensable

Porque nadie te comprenderá mejor
Ni te querrá así
Ni más sano

Escucha lo que sientes
Y escucha a los sabios
Pese a parecerlo tú más

Nunca te mirarán con mis ojos
Ni a mi con los tuyos
Por eso, hoy y siempre
Nos tendremos las dos

No entiendo

No entiendo por qué
Ni cómo
El paso del tiempo
No te cambia

No entiendo por qué
Ni cómo
Sigues siendo refugio
También huida
Y escapada

No entiendo por qué
Ni cómo
El corazón duele
    en el olvido

No entiendo por qué
Ni cómo
Volvería a ti

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Qué difícil

Qué difícil que desaparecieras de la mañana a la noche.
Qué difícil que nos perdiéramos.
Qué difícil que seas la primera persona en quien pienso cuando me pasa algo.
Qué difícil que no seas la primera persona a la que le cuento todo.
Qué difícil que ya no podamos contar la una con la otra.
Qué difícil que todo acabara.
Qué difícil que fuera así.
Qué difícil desprenderme de ti.
Qué difícil vernos y no hablar.
Qué difícil querer decirte algo y no poder.
Qué difícil vivir juntas y que no lo parezca.
Qué difícil hacer planes y que no formes parte de ellos.
Qué difícil ver que ya no soy partícipe de tu vida.
Qué difícil no hacerte partícipe de la mía.
Qué difícil echarte de menos.
Qué difícil no tener compañera de vida.
Qué difícil saber que si te busco te encuentro, pero que no te busco porque no te quiero encontrar.
Porque clavamos astillas al que nos las levanta,
con una libertad de opinión que vetamos y
     exigimos,
en lugar de negarle la mirada a quien nos las clavó
     en las pupilas.

Y cuando creo que todo el mundo está ciego,
lo que sé con seguridad y muy sola
es que hay algo que no estoy viendo

La campesina vio llover, Irene X