domingo, 30 de diciembre de 2018

No entiendo

No entiendo por qué
Ni cómo
El paso del tiempo
No te cambia

No entiendo por qué
Ni cómo
Sigues siendo refugio
También huida
Y escapada

No entiendo por qué
Ni cómo
El corazón duele
    en el olvido

No entiendo por qué
Ni cómo
Volvería a ti

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Qué difícil

Qué difícil que desaparecieras de la mañana a la noche.
Qué difícil que nos perdiéramos.
Qué difícil que seas la primera persona en quien pienso cuando me pasa algo.
Qué difícil que no seas la primera persona a la que le cuento todo.
Qué difícil que ya no podamos contar la una con la otra.
Qué difícil que todo acabara.
Qué difícil que fuera así.
Qué difícil desprenderme de ti.
Qué difícil vernos y no hablar.
Qué difícil querer decirte algo y no poder.
Qué difícil vivir juntas y que no lo parezca.
Qué difícil hacer planes y que no formes parte de ellos.
Qué difícil ver que ya no soy partícipe de tu vida.
Qué difícil no hacerte partícipe de la mía.
Qué difícil echarte de menos.
Qué difícil no tener compañera de vida.
Qué difícil saber que si te busco te encuentro, pero que no te busco porque no te quiero encontrar.
Porque clavamos astillas al que nos las levanta,
con una libertad de opinión que vetamos y
     exigimos,
en lugar de negarle la mirada a quien nos las clavó
     en las pupilas.

Y cuando creo que todo el mundo está ciego,
lo que sé con seguridad y muy sola
es que hay algo que no estoy viendo

La campesina vio llover, Irene X

lunes, 24 de diciembre de 2018

Mi compañera de vida

Porque no creo que ni tú ni yo pensáramos que todo iba a terminar como terminó. Porque no creo que nunca pensara que ibas a ser partícipe de mis letras. Porque no creo que nunca quisiera haberlo hecho en estas circunstancias. Porque no creo que vuelva a ser lo mismo. Porque no creo que sea como quisimos.
Porque no quiero escribir lo que queríamos, pero lo que fue.
Por ese comienzo. Por ese abrir y cerrar de ojos que nos convirtió en indispensables.
Por tus purés de legumbres. Por mis qué ascos. Por tus tostadas con queso. Por mis sopas.
Por las tardes de estudio. Por tu cama. Por la mía. Por tu osito. Por el mío. Por tus no descansos de biblioteca. Por lo sí míos.
Por tus noches de gym. Por mis tardes de yoga.
Por tu lentitud. Por mi rapidez.
Por tu cordura. Por mi locura.
Por tus bajadas a tierra firme. Por mis verdades.
Por esa vida que iba a ser nuestra.
Por nuestros mundos interiores.
Por nuestros silencios.
Por nuestros sueños.
Por nuestras confesiones
Por nuestra lealtad.
Por nuestra complicidad..
Por querer ser mi compañera de vida.
Por terminar siendo nada.
Por terminar sin escucharnos.
Por terminar sin entendernos.
Por terminar fallándonos.
Por ese final. Por ese abrir y cerrar de ojos que nos convirtió en extrañas.

domingo, 23 de diciembre de 2018

Cambios IV

Hay veces en las que sientes que no eres el el mismo, algo de ti ha cambiado a lo mejor es por todas las personas que se han cruzado en tu camino y han dejado su huella en ti, por las experiencias que has vivido, por los cambios... Está bien sentarse y reflexionar, ver qué es aquello que sigue siendo igual y aquello que ha cambiado; puede que haya cosas que ahora sean mejores y otras que no, lo importante es darse cuenta de ello y cambiarlo pero no dejar que la situación te hunda por dentro. Puedes estar roto, cambiado, deshecho por dentro pero con una sonrisa por fuera, no te engañes, no estás bien, tienes que arreglarte, no trates de complacer a los demás y de ayudarles, está bien sí, pero ahora tú importas más y vas a acabar peor. Al final llega un momento en el que la situación te supera y tu cuerpo grita, ya no puede más, te has encerrado tanto en ti mismo que no te has dado cuenta de lo que pasaba, es tarde sí pero todo tiene solución, nunca es demasiado tarde.
Es cierto que él ya no está para calmante ni para animarte no estará más pero te tienes a ti, eso es mucho más importante, no te pierdas nunca por favor! Búscate, hazte sentir y no te encierres, transmite lo que sientes.